Pichot nació en una familia con una larga tradición de artistas.
Comenzó a estudiar dibujo a los trece años en San Sebastián.
Con el tiempo, su pintura fue expuesta regularmente en Lisboa,
Bilbao, Barcelona y Madrid, ganando numerosos premios, entre
ellos una medalla de oro en el premio de pintura Le golpe de
navaja celebrado en Barcelona en 1965.
A principios de la década de 1960, comenzó a experimentar con el
surrealismo. En particular, se centró en figuras antropomórficas
inspiradas en composiciones de piedra similares a las que
cubrían la costa cercana a su casa. Pichot construía esculturas
con piedras, luego pintaba estas esculturas sobre lienzo. Gran
parte de su obra trata sobre la alegoría y el mito.
NINFAS EN EL ESTUDIO
42 x 30.5 cms
Óleo sobre tela
Tubo una fuerte amistad con Dalí. Dónde le pidio que
participara en el diseño del Teatro-Museo Dalí de Figueres.
Actualmente, hay una exposición permanente sobre la obra de
Pichot en la planta baja de este museo. Pichot y Dalí fueron casi
inseparables en los últimos años de la vida de Dalí. Pichot fue
el mecenas del legado de Dalí tras su muerte. Como miembro
de la junta directiva de la Fundación Gala-Salvador Dalí, dirigió
diversas instituciones vinculadas a Dalí. Se convirtió en director
del museo tras la muerte del pintor.
Las obras de Antoni Pichot se pueden encontrar en colecciones
privadas y en varios museos de todo el mundo.
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